Es apenas un instante,
un momento, un segundo...
en el que uno equivoca el camino.
A partir de ahí, cada paso que
damos nos aleja cada vez más
de nosotros mismos.
un momento, un segundo...
en el que uno equivoca el camino.
damos nos aleja cada vez más
de nosotros mismos.
A veces no tenemos conciencia de los
errores que cometemos, apenas una
sensación, una pequeña voz interior
que nos dice: algo está mal.
Y aunque esa vocecita está ahí,
seguimos adelante, ignorándola,
equivocándonos casi a conciencia.
Lo ves venir, sabés que eso que estás
por hacer va a cambiar todo.
Así y todo, lo hacés.
Ya te equivocaste, ya te fuiste,
ya te perdiste... ya te traicionaste.
Te mirás al espejo y ya no te reconocés.
Hay otro que te mira y te pregunta:
¿Dónde fuiste?¿Dónde estás?
errores que cometemos, apenas una
sensación, una pequeña voz interior
que nos dice: algo está mal.
Y aunque esa vocecita está ahí,
seguimos adelante, ignorándola,
equivocándonos casi a conciencia.
Lo ves venir, sabés que eso que estás
por hacer va a cambiar todo.
Así y todo, lo hacés.
Ya te equivocaste, ya te fuiste,
ya te perdiste... ya te traicionaste.
Te mirás al espejo y ya no te reconocés.
Hay otro que te mira y te pregunta:
¿Dónde fuiste?¿Dónde estás?
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